Sinópsis:
Estoy contenta de que me encierren y que sigan nuestras costumbres. Así habla Pili, una adolescente wayuu que se encuentra en tránsito a ser mujer, momento marcado por su primera menstruación. La costumbre de su comunidad dictamina que, para ser debidamente apreciadas, las jóvenes deben encerrarse y aislarse durante doce lunas, sin contacto con ningún hombre y acompañadas solo por mujeres de su familia. Durante el tiempo del encierro las jóvenes permanecen quietas en su chinchorro, aprenden a tejer y a otras cosas que serán útiles en su vida futura. El documental consigue construir un discurso narrativo sólido, que incluye referencias a la cosmogonía wayuu y a las tres etapas por las que atraviesa Pili: los antecedentes del encierro, el largo período del aislamiento, y su final, celebrado con una fiesta por la comunidad. La niña Pili es ahora una majayut, una señorita. Lo que pudo ser un simple registro etnográfico se convierte, gracias a la inteligencia del planteamiento y a la inspiración de la fotografía, en un hermoso texto cinematográfico que habla de tradición, de liberación y del siempre duro oficio de ser mujer.